Comerciantes de la avenida Pedro María Freites en Barcelona denunciaron que los huecos y las aguas negras alejan a los clientes de sus negocios
Ninoska Carrasquel, dueña de una venta de cachapas y sopas en esa transitada avenida, admite que ha perdido clientes por tener las cloacas desbordadas en la puerta del negocio.
“He visto que vienen personas que vienen a comer, pero cuando se bajan y ven las aguas negras en la acera, se van”.
Día a día, Carrasquel tiene que lidiar con ciertos problemas, como el hecho de que las pocetas no bajen por el colapso de las tuberías o que se vaya la luz y las aguas putrefactas broten por los inodoros del local.
Para Freddy Tovar, presidente del consejo comunal del sector Cayaurima I, de nada sirve que traigan un vactor para destapar la boca de visita, si los comerciantes asiáticos de la esquina donde está el colector caído echan arena y piedra para taparlo.
“Esto es un desastre. El consejo comunal se desintegró, quedé yo solo”, comentó Tovar a través de una reja que resguarda el local.
Después que se había reparado algunos huecos, otra vez hay tramos hundiéndose en la avenida y eso genera colas y accidentes en la vía.
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