Habitantes de Bahía Costa Mar, en Guanta, cuentan que a la comunidad le hacen falta muchas cosas y que el servicio de agua es muy malo
Canelo está acostumbrada a ver este paisaje desde su hogar, en el cerro. Tiene 20 años en este barrio costero, allí vive con su esposo y sus tres hijos.
Ella cuenta, mientras guinda unas prendas de ropa en el tendedero, que a la comunidad le hacen falta varias cosas. “El servicio de agua es muy malo, llega de vez en cuando y poquito. Además, la calle está horrible, nos tienen esto abandonado”.
Para acceder a la bahía Costa Mar hay que desviarse por Volcadero, esta vía está asfaltada hasta cierto punto, después la calle de tierra dice “¡presente!”.
Zoraida, quien se dedica a oficios del hogar, relata que cuando va a hacer mercado tiene que pagar hasta BsF 50 para que los taxis la dejen cerca de su casa. “Si no quieren meterse para esta calle entonces tengo que venirme caminando desde muy lejos con las bolsas, no es justo”. Rosa Zapata está desde los 14 años en esta comunidad y ya tiene 42 años. Ella afirma que tienen que llevar camiones cisternas para poder tener el líquido. “Ya llevamos tiempo así, nos gustaría que vinieran a surtirnos de agua”. Con respecto a la carretera, Zapata cree que “ya es hora” de que la reparen.
La bahía Costa Mar es una zona muy visitada por los pescadores que buscan descansar un rato o simplemente parar sus peñeros en una zona segura. Uno de esas personas es Magdaleno Figuera, quien además vive en la zona con su esposa.
Él tiene un peñero blanco que está reparando. “Sería muy gratifi cante si nos arreglan esta carretera o nos construyen una especie de bulevar, porque esta es una zona agradable y le hace falta arreglos”. Magdaleno agrega que también le gustaría hacer un llamado a las autoridades para que les otorguen créditos para arreglar sus vehículos marinos. “De esto vivimos y si tenemos nuestros peñeros parados, no podemos trabajar”.
Los vecinos del sector manifiestan que la zona es segura aunque aprovecharon para pedir vigilancia para el sector pues, a veces, llegan piratas a robar los motores de las lanchas.
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