La defensa de Luis Posada Carriles en el juicio en EE.UU. contra el anticastrista por supuesto perjurio y fraude buscó establecer hoy la contribución del acusado a la lucha estadounidense contra la expansión del comunismo en Centroamérica en la década de los ochenta.
Los funcionarios buscaban detener la “intervención comunista de Cuba y la Unión Soviética, que intentaba establecer su base nuclear submarina en el Puerto de Corinto, en Nicaragua”.
Lardizabal indicó que Posada Carriles participaba en esas reuniones, formaba parte del equipo de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA) y se identificaba como Ramón Medinas.
Señaló que Posada Carriles participó en misiones de alto riesgo y que sus funciones incluían entrenar a la “Contra” (por estar contra la expansión del comunismo en Centroamérica) nicaragüense y hacerle llegar los suministros proporcionados por la CIA en sobrevuelos de El Salvador a Nicaragua, en los que, según Lardizabal, ponía en riesgo su vida.
Contó también que recibió a Posada Carriles en Honduras, tras haber sido herido en Guatemala.
“Llegó malherido, tenía la mandíbula hecha pedazos y había recibido impactos en el pecho”, precisó.
La defensa presentó también al abogado Ralph Fernández, que testificó en 1997 en un caso ventilado en Tampa (EE.UU.) contra Posada Carriles por secuestro aéreo y quien dijo que al ser interrogado en ese juicio, el teniente coronel Roberto Hernández Caballero, que representaba a Cuba, fabricó evidencia y no reveló su verdadera ocupación en Inteligencia para el Gobierno cubano.
Fernández afirmó que esa ocasión como el juicio contra Posada Carriles, Hernández Caballero se quedó corto al describir sus funciones alegando que es investigador, “cuando en realidad participa en operaciones de inteligencia que incluyen espionaje”.
Hernández Caballero, uno de los testigos de la Fiscalía Federal de EE.UU., ha declarado sobre los atentados con bombas a instalaciones turísticas de la isla caribeña en 1997.
Aunque Posada Carriles no afronta cargos por esos hechos, los fiscales federales intentan probar que habría mentido en su audiencia de asilo en el 2005 al negar su presunta participación en esos atentados.
Además de los nueve cargos que Posada Carriles enfrenta por presuntamente mentir en su solicitud de ciudadanía en EE.UU., afronta dos más por supuesto perjurio en su petición de asilo político.
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