1 nov 2015
La elecciones a la AN 2005: un error muy caro para el país
01/11/2015
Caracas. La desconfianza en el trabajo del Consejo Nacional Electoral (CNE) por parte de los partidos políticos que hacen oposición al gobierno nacional está intacta. Pese a ello, no están dispuestos a repetir la experiencia del retiro de las elecciones de la Asamblea Nacional (AN) de 2005.
“Fue un error” es una frase común entre quienes estuvieron de acuerdo y en contra de la decisión de abandonar la contienda electoral hace casi 10 años, promovida principalmente por Acción Democrática (AD) y Copei y a la que se plegaron luego de intensas discusiones, toldas como Proyecto Venezuela, Primero Justicia (PJ), Un Nuevo Tiempo (UNT) y el Movimiento Al Socialismo, entre otras.
“Es lo que el electorado opositor quiere”, decían otros, tras la divulgación, con consecuencias negativas, de la lista de firmantes a favor del referendo para revocar el mandato del presidente de la República, Hugo Chávez en 2004, entre otras irregularidades denunciadas.
El uso de las llamadas “morochas” (sistema de votación que afectaba a las minorías), captahuellas –aunque el CNE aceptó su retiro–, dudas con el sistema automatizado y ventajismo se cuentan entre las razones que esgrimió la dirigencia adeco-copeyana para cancelar las candidaturas propias y apoyadas el 29 de diciembre de 2005.
Entre el 30 de noviembre y el 2 de diciembre de ese año se fue sumando el resto de las organizaciones políticas que se mostraban renuentes a declinar.
Los líderes de UNT, Manuel Rosales, y PJ, Julio Borges, hicieron un último llamado al ente comicial para que suspendiera las elecciones, petición que fue rechazada.
Por su parte, el chavismo acusó un “golpe electoral” y emprendió una campaña para que los ciudadanos salieran a sufragar y con ello defender la democracia.
El resultado de los comicios del 4 de diciembre fue la obtención de la totalidad de los cargos (167 diputados) con 96% de los votos para el Movimiento Quinta República (MVR) y sus aliados y, por ende, un poder legislativo con mayoría roja durante cinco años.
La abstención alcanzó 75%, lo cual habría demostrado, según dirigentes como Henry Ramos Allup de AD, que una mayoría de votantes no estaba motivada a acudir a las urnas electorales por falta de condiciones que garantizaran su transparencia y que ni siquiera los simpatizantes del chavismo habían atendido el llamado.
Lecciones
“El no haber participado en las parlamentarias de 2005 nos dejó lecciones: que el mejor antídoto contra el autoritarismo es la participación electoral y que la conducción política se hace con racionalidad y no con emocionalidad. Los partidos políticos debemos estar para que las matrices de opinión, que en este caso promovían el retiro de las elecciones, no nos arrastren”, reflexionó el diputado nacional (PJ), Alfonso Marquina.
El parlamentario, quien encabezó las candidaturas por lista a la AN en el estado Sucre para 2005 por AD y posteriormente fue obligado a renunciar, recordó que su postura a favor de seguir en la carrera electoral, en aquel entonces, le valió su expulsión de las filas del partido blanco.
A esas “matrices de opinión” aludió Ramos Allup en 2013 para justificar, en parte, la postura de los partidos que los llevó a no participar en los comicios.
Según el secretario general de AD, durante un acto de una empresa televisiva, personalidades de peso en la opinión pública nacional les sugirieron no presentarse en las elecciones porque la gente no quería votar.
“Y eso se demostró con una abstención de 75%. La población no quería votar, así como en un momento quiso el paro petrolero. Nosotros nos sumamos a ese clamor, pero la moraleja es: los políticos a veces tenemos que tomar decisiones impopulares con tal de que sean necesarias”.
Pero al político, miembro de UNT, Carlos Tablante, también cabeza de lista en Aragua para la contienda de 2005, dicha abstención en modo alguno legitimó el retiro de la oferta electoral opositora, sino que debe interpretarse como una desmovilización que facilitó aún más la reelección de Chávez en los comicios de 2006.
“Se tomó una decisión equivocada porque al final lo que se hizo fue facilitar los abusos de poder desde el gobierno nacional”, acusó el exgobernador de Aragua.
En diciembre de 2010, el entonces primer vicepresidente de la AN, Darío Vivas (Psuv), daba cuenta de 200 leyes sancionadas (aprobatorias e iniciativa legislativa) por la mayoría convertida en la bancada del Partido Socialista Unido (Psuv) desde 2007. Este desempeño fue considerado como un “récord” en rendimiento.
Entre 2006 y 2009, una oposición fuera de la AN no pudo objetar en el debate parlamentario la designación de los integrantes del poder ciudadano (2007) y de rectores del CNE (2006 y 2009). Dirigentes aseguraron que fueron escogidos por comités de postulaciones en procesos poco transparente y para servir sólo a los intereses del Ejecutivo.
Para el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús “Chúo” Torrealba, los adversarios del chavismo aprendieron de errores pasados y lo demostraron, según dijo, con una reorganización que los llevó a ganar en el referendo de la reforma constitucional (2007), la recuperación de Nueva Esparta, Táchira, Zulia y Miranda, en las elecciones regionales de 2008; el regreso de la oposición a la AN en 2010 con 65 diputados y 47,81% de la votación y el aumento de votos (771.964) entre las presidenciales de 2012 y 2013.
No afirma ni niega que algunas personalidades en ese acto que menciona Ramos Allup tuvieran que ver con el retiro de la carrera por 167 curules en 2005, pero asegura que la oposición está bien encaminada para el próximo 6 de diciembre.
“Creo que hoy está claro dónde está el timón de la oposición, no está en oficinas lujosas, está en la MUD y la MUD está en la calle”, recalcó.
Juego contradictorio
Si bien desde la MUD se asegura que no se repetirá la “equivocación” de 2005, el analista político Oscar Bravo considera contradictorio que mientras se ha llamado a votar en los distintos procesos electorales, la dirigencia opositora no ha cesado en sus descalificaciones contra el árbitro electoral.
“No se ha superado esa mala estrategia de vender la imagen de un CNE no confiable y a la vez llamar a sus electores a participar. El resultado de esto ha sido negativo en el pasado y puede ser contraproducente con unas elecciones en puertas (parlamentarias 2015), porque el ciudadano opositor siente que no vale la pena ir a votar (…) la oposición debe tener en cuenta que su voto duro es todavía menor al chavista”, advirtió el profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
Pero Marquina y Tablante insisten en que no sólo el “riesgo de fraude” persiste, sino también el ventajismo que se expresa en el supuesto uso de recursos públicos en la campaña electoral de los candidatos del Psuv, entre otras acusaciones. Además sostienen que con participación y organización en la contienda electoral del 6 de diciembre se podrán enfrentar los vicios y hacer respetar una eventual victoria, tal como ocurrió en el referendo de 2007.
“La única forma de expresar nuestro desacuerdo con este sistema político y económico que nos ha llevado a una gigantesca crisis es por la vía de la rebelión de los votos y para que la gente salga a votar debemos presentarles soluciones a los problemas”, apuntó Tablante.
Caracas. La desconfianza en el trabajo del Consejo Nacional Electoral (CNE) por parte de los partidos políticos que hacen oposición al gobierno nacional está intacta. Pese a ello, no están dispuestos a repetir la experiencia del retiro de las elecciones de la Asamblea Nacional (AN) de 2005.
“Fue un error” es una frase común entre quienes estuvieron de acuerdo y en contra de la decisión de abandonar la contienda electoral hace casi 10 años, promovida principalmente por Acción Democrática (AD) y Copei y a la que se plegaron luego de intensas discusiones, toldas como Proyecto Venezuela, Primero Justicia (PJ), Un Nuevo Tiempo (UNT) y el Movimiento Al Socialismo, entre otras.
“Es lo que el electorado opositor quiere”, decían otros, tras la divulgación, con consecuencias negativas, de la lista de firmantes a favor del referendo para revocar el mandato del presidente de la República, Hugo Chávez en 2004, entre otras irregularidades denunciadas.
El uso de las llamadas “morochas” (sistema de votación que afectaba a las minorías), captahuellas –aunque el CNE aceptó su retiro–, dudas con el sistema automatizado y ventajismo se cuentan entre las razones que esgrimió la dirigencia adeco-copeyana para cancelar las candidaturas propias y apoyadas el 29 de diciembre de 2005.
Entre el 30 de noviembre y el 2 de diciembre de ese año se fue sumando el resto de las organizaciones políticas que se mostraban renuentes a declinar.
Los líderes de UNT, Manuel Rosales, y PJ, Julio Borges, hicieron un último llamado al ente comicial para que suspendiera las elecciones, petición que fue rechazada.
Por su parte, el chavismo acusó un “golpe electoral” y emprendió una campaña para que los ciudadanos salieran a sufragar y con ello defender la democracia.
El resultado de los comicios del 4 de diciembre fue la obtención de la totalidad de los cargos (167 diputados) con 96% de los votos para el Movimiento Quinta República (MVR) y sus aliados y, por ende, un poder legislativo con mayoría roja durante cinco años.
La abstención alcanzó 75%, lo cual habría demostrado, según dirigentes como Henry Ramos Allup de AD, que una mayoría de votantes no estaba motivada a acudir a las urnas electorales por falta de condiciones que garantizaran su transparencia y que ni siquiera los simpatizantes del chavismo habían atendido el llamado.
Lecciones
“El no haber participado en las parlamentarias de 2005 nos dejó lecciones: que el mejor antídoto contra el autoritarismo es la participación electoral y que la conducción política se hace con racionalidad y no con emocionalidad. Los partidos políticos debemos estar para que las matrices de opinión, que en este caso promovían el retiro de las elecciones, no nos arrastren”, reflexionó el diputado nacional (PJ), Alfonso Marquina.
El parlamentario, quien encabezó las candidaturas por lista a la AN en el estado Sucre para 2005 por AD y posteriormente fue obligado a renunciar, recordó que su postura a favor de seguir en la carrera electoral, en aquel entonces, le valió su expulsión de las filas del partido blanco.
A esas “matrices de opinión” aludió Ramos Allup en 2013 para justificar, en parte, la postura de los partidos que los llevó a no participar en los comicios.
Según el secretario general de AD, durante un acto de una empresa televisiva, personalidades de peso en la opinión pública nacional les sugirieron no presentarse en las elecciones porque la gente no quería votar.
“Y eso se demostró con una abstención de 75%. La población no quería votar, así como en un momento quiso el paro petrolero. Nosotros nos sumamos a ese clamor, pero la moraleja es: los políticos a veces tenemos que tomar decisiones impopulares con tal de que sean necesarias”.
Pero al político, miembro de UNT, Carlos Tablante, también cabeza de lista en Aragua para la contienda de 2005, dicha abstención en modo alguno legitimó el retiro de la oferta electoral opositora, sino que debe interpretarse como una desmovilización que facilitó aún más la reelección de Chávez en los comicios de 2006.
“Se tomó una decisión equivocada porque al final lo que se hizo fue facilitar los abusos de poder desde el gobierno nacional”, acusó el exgobernador de Aragua.
En diciembre de 2010, el entonces primer vicepresidente de la AN, Darío Vivas (Psuv), daba cuenta de 200 leyes sancionadas (aprobatorias e iniciativa legislativa) por la mayoría convertida en la bancada del Partido Socialista Unido (Psuv) desde 2007. Este desempeño fue considerado como un “récord” en rendimiento.
Entre 2006 y 2009, una oposición fuera de la AN no pudo objetar en el debate parlamentario la designación de los integrantes del poder ciudadano (2007) y de rectores del CNE (2006 y 2009). Dirigentes aseguraron que fueron escogidos por comités de postulaciones en procesos poco transparente y para servir sólo a los intereses del Ejecutivo.
Para el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús “Chúo” Torrealba, los adversarios del chavismo aprendieron de errores pasados y lo demostraron, según dijo, con una reorganización que los llevó a ganar en el referendo de la reforma constitucional (2007), la recuperación de Nueva Esparta, Táchira, Zulia y Miranda, en las elecciones regionales de 2008; el regreso de la oposición a la AN en 2010 con 65 diputados y 47,81% de la votación y el aumento de votos (771.964) entre las presidenciales de 2012 y 2013.
No afirma ni niega que algunas personalidades en ese acto que menciona Ramos Allup tuvieran que ver con el retiro de la carrera por 167 curules en 2005, pero asegura que la oposición está bien encaminada para el próximo 6 de diciembre.
“Creo que hoy está claro dónde está el timón de la oposición, no está en oficinas lujosas, está en la MUD y la MUD está en la calle”, recalcó.
Juego contradictorio
Si bien desde la MUD se asegura que no se repetirá la “equivocación” de 2005, el analista político Oscar Bravo considera contradictorio que mientras se ha llamado a votar en los distintos procesos electorales, la dirigencia opositora no ha cesado en sus descalificaciones contra el árbitro electoral.
“No se ha superado esa mala estrategia de vender la imagen de un CNE no confiable y a la vez llamar a sus electores a participar. El resultado de esto ha sido negativo en el pasado y puede ser contraproducente con unas elecciones en puertas (parlamentarias 2015), porque el ciudadano opositor siente que no vale la pena ir a votar (…) la oposición debe tener en cuenta que su voto duro es todavía menor al chavista”, advirtió el profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela.
Pero Marquina y Tablante insisten en que no sólo el “riesgo de fraude” persiste, sino también el ventajismo que se expresa en el supuesto uso de recursos públicos en la campaña electoral de los candidatos del Psuv, entre otras acusaciones. Además sostienen que con participación y organización en la contienda electoral del 6 de diciembre se podrán enfrentar los vicios y hacer respetar una eventual victoria, tal como ocurrió en el referendo de 2007.
“La única forma de expresar nuestro desacuerdo con este sistema político y económico que nos ha llevado a una gigantesca crisis es por la vía de la rebelión de los votos y para que la gente salga a votar debemos presentarles soluciones a los problemas”, apuntó Tablante.
Publicado por
LEONARDO BOLEN DIRIGENTE PSUV
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Nacionales

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