Caracas- Aunque el presidente Nicolás Maduro generó la expectativa de que -este martes- delinearía el plan de ajuste que haría frente a las distorsiones de la economía (alta inflación, desequilibrio cambiario, desaceleración, escasez), la alocución no dio luces sobre las medidas a ser aplicadas.
La ausencia de reales
acciones generó las opiniones de los economistas César Aristimuño
Herrera y Orlando Ochoa, quienes coincidieron en que la crisis interna
del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) pospuso los anuncios. La organización partidista de gobierno atraviesa una suerte de reacomodo, luego del pase a retiro del que fuera el hombre fuerte de la economía chavista, Jorge Giordani.
Su respuesta a la destitución fue la publicación de una carta donde dio cuenta de malos manejos del gasto público, corrupción y políticas erradas. La misiva recibió fuertes críticas, pero también apoyos como la del exministro Héctor Navarro.
Aristimuño cree que las diferencias del chavismo retrasaron las medidas, ya que el Ejecutivo busca consensuar el programa económico con la dirigencia del Psuv, e incluso con los partidos aliados.
“Se está tratando de buscar un consenso, para que no haya efectos de rebote como críticas que puedan entorpecer la aplicación del plan de ajuste”, señaló.
Ochoa dijo que hay rechazo del plan que defiende el vicepresidente del área Económica, Rafael Ramírez, y el propio jefe de Estado.
“Hay un sector del chavismo que rechaza el ajuste parcial que Maduro y Ramírez tienen en mente, porque no les gustan los ajustes de mercado”, dijo.
Si bien el mandatario nacional dio a entender que a partir del 15 de agosto podría develarse parte de la ruta que seguirá el país -tras el Congreso del Psuv y el revolcón del gobierno- Aristimuño Herrera consideró que el retraso profundiza la incertidumbre y la desconfianza alrededor del Ejecutivo, pero advierte que “cualquier decisión que venga va a afectar las finanzas de las empresas y de las familias”.
Ochoa sostuvo que aunado al problema ideológico, el Ejecutivo no ha tenido el valor de enfrentar la magnitud de los desequilibrios fiscales, ya que las medidas tendrán un impacto importante en el empobrecimiento de la población.
Expuso que sincerar el mercado de bienes y servicios, corregir el sistema cambiario o permitir que los precios se formen con normalidad tendrá un costo político, que el gobierno aún está midiendo.
Desde el chavismo también hubo críticas por la ausencia de acciones durante la alocución presidencial. El politólogo Nicmer Evans consideró que “la constante postergación de medidas políticas y económicas concretas atenta contra la credibilidad y confianza en la gestión de gobierno”. “Ojalá el retraso en las medidas sirva para que estas sean repensadas desde la izquierda y basadas en el interés de las mayorías”, anadió vía Twitter.
El economista Rafael Antolínez -visto como simpatizante del gobierno- cree que Maduro no hizo anuncios, sino enunciados, como el referido a la revolución fiscal.
Sobre esta última medida, no descartó que el Ejecutivo además de hacer cambios en el gasto público, tome decisiones tributarias entre las que se contaría la revisión de la base imponible del Impuesto Sobre la Renta (Islr), es decir, el monto a partir del cual se debe cancelar el tributo, así como la revisión del Impuesto Al Valor Agregado (IVA).
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