El comerciante José Pérez comenta que los granos que forman parte del pabellón criollo, que él oferta son importados y cuestan un poco más
Jimena Luces es ama de casa y asegura que a su esposo y a sus hijos les encanta el pabellón criollo.
Confiesa que el secreto para que los granos no queden duros, es lavarlos, sacarles las piedritas y colocarlos en un envase con agua que los cubra, y dejarlos reposar de un día para otro.
“Después se les saca toda esa agua y se vuelven a enjuagar para eliminar cualquier tipo de impurezas. De allí van directo a un caldero con todos los aliños y más agua. En 40 minutos están más que listas”.
El kilo de caraotas negras en el mercado municipal de Puerto La Cruz se encuentra en 16 bolívares.
El comerciante José Pérez comenta que las que él oferta son importadas y cuestan un poco más.
“Estas ablandan rápido”.
“Generalmente las criollas son más suavecitas, pero de esas tienen tiempo que no llegan. Lo bueno de estas es que vienen limpiecitas”.
Pérez comparte el mismo truco de Jimena: dejarlas en remojo de un día para otro. En los abastos Mercal también hay caraotas negras, importadas y bien baratas. El paquete de 500 gramos está en 3 bolívares.
Más buenas imposible
Estos granos son fuente de proteínas, incluso las personas vegetarianas remplazan con estos, las carnes. Además son ricas en hierro, ácido fólico, bajas en grasa y colesterol. No sólo las negras tienen estas bondades, las rojas y blancas también.
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