17 jun 2011

La otra cara de Molorca municipio sotillo

17/06/2011 
A un lado de la avenida Jorge Rodríguez y sobre un terreno que décadas atrás fue usado como tiradero de basura de Puerto La Cruz, nació el barrio José Antonio Anzoátegui

                             El canal que está a lo largo de la calle Guárico fue limpiado por una cuadrilla contratada por la Alcaldía de Sotillo.
El canal que está a lo largo de la calle Guárico fue limpiado por una cuadrilla contratada por la Alcaldía de Sotillo.

Puerto La Cruz.- A un lado de la avenida Jorge Rodríguez y sobre un terreno que décadas atrás fue usado como tiradero de basura de Puerto La Cruz, nació el barrio José Antonio Anzoátegui, también conocido como Molorca debido a su cercanía con la empresa procesadora de harina de trigo Molino Oriental Compañía Anónima. Hoy en día la comunidad muestra dos caras. Un sector favorecido con calles asfaltadas, aceras, drenajes y servicios públicos y otra zona, muy diferente, con más de 100 familias que habitan en casas vulnerables a inundaciones y expuestas a la contaminación de la laguna El Maguey.
Yovanna Rodríguez vive al final de la calle Anzoátegui. En un rancho azul, que levantó hace dos años con su esposo Bartolo Brito, explicó que hacen las necesidades en bolsas de plástico porque no hay una red de cloacas. “Estamos excluidos de los proyectos de cloacas, electricidad y asfaltado, porque en esta parte vivimos en una zona de alto riesgo. Tampoco tenemos aseo urbano y tenemos que quemar la basura”, indicó Rodríguez mientras cargaba a su hija de tres meses.
Su vecino José Luis Salazar tiene la casa más fácil de ubicar, porque su rancho de color rosado está al lado de una torre de alta tensión que intimida de sólo verla con un aviso donde se lee: “Peligro alto voltaje”.
“En este barrio vivo desde que mudé los dientes de leche y eso fue hace un pocote de años. Aquí no hay cloacas porque el nivel freático no lo permite. Las casas están muy cerca de la laguna”, dijo Salazar, quien está acostumbrado a los chispazos que emiten las guayas de alta tensión de la torre cuando llueve.
Una fila de varas de madera les sirve a los vecinos para sostener los cables de electricidad que llegan a sus hogares, porque carecen de postes y alumbrado público.
Sin salida
Para las familias del callejón La Punta, la lluvia es sinónimo de inundación y plagas porque sus viviendas son las más cercanas a la laguna, cuya orilla poblada de mangles disimula la contaminación y la basura que flota en la superficie, pero no logra ocultar los malos olores que emanan de las aguas.
A pocos metros de la laguna vive Miguel Lezama con su esposa y tres hijos, de los cuales uno es anémico.
“La insalubridad nos tiene enfermos, no veo el día de poder irme de aquí, pero sin recursos es difícil. Las viviendas se inundan con las lluvias, las plagas se alborotan y el aire que respiramos no es sano para nadie”, dijo Lezama. “Aquí hay muchos niños con asma, llagas en la piel y yo me enfermé del estómago. Los malos olores me provocan vómitos”, agregó Lilibeth Campos.
La presidenta del consejo comunal de la zona menos favorecida de Molorca, Zulay Guaina, dijo que desde hace 12 años un total de 110 familias esperan ser reubicadas en otro sector, pero hasta ahora nada se ha concretado. “Mientras tanto seguimos soportando el foco de contaminación de la laguna y de todas las aguas negras que descargan en la planta de tratamiento”, indicó la vocera.
A pesar de las carencias, Andreína Martínez, de 20 años, madre de tres hijas de 5, 3 y 1 y con 7 meses de embarazo, estaba contenta porque resolvió hacer el almuerzo y la cena de ese día con una paila llena de lamparozas listas para freír. Un piso de tierra y un techo de zinc lleno de agujeros mostraron el nivel de pobreza que se vive en el hogar de Andreína. Lugar donde no hicieron falta preguntas para conocer su realidad, y la de algunos de sus vecinos, quienes se sienten excluidos de los beneficios que aún esperan en la otra cara del barrio José Antonio Anzoátegui.
Limpieza y vías asfaltadas

El canal y drenaje principal que está a lo largo de la calle Guárico del barrio José  Antonio Anzoátegui fue limpiado la semana pasada por una cuadrilla contratada por la Alcaldía de Sotillo.

Algunas calles están bien asfaltadas y es difícil encontrar huecos en esas vías. El aseo urbano cumple con su labor una vez a la semana y el alumbrado público funciona.

0 comentarios:

Publicar un comentario