Según la Federación Bolivariana de Pequeños Comerciantes de Anzoátegui, en 2000 se contabilizaban 200 vendedores, pero ahora el número es de 600, es decir, 200% más
De acuerdo con la data del Instituto Nacional de Estadística (INE), para fines de 2003 cerca de 53% de la población económicamente activa en Venezuela se encontraba ejerciendo la llamada buhonería.
Hoy en día, nueve años después, el porcentaje subió hasta alcanzar 61%, es decir, de 13.458.589 venezolanos en edad para trabajar, 8.209.739 lo hacen en la informalidad.
Barcelona es un ejemplo de la “subida a propulsión” en las cifras. Según la Federación Bolivariana de Pequeños Comerciantes de Anzoátegui, en 2000 (hace 12 años) se contabilizaban 200 trabajadores informales, pero ahora el número es de 600 (200% más).
Hace una década, los trabajadores de este sector se hallaban, en pequeños grupos, en el lugar que se conoce como La Chica. Poco eran los que se ubicaban a lo largo de la entonces avenida 5 de Julio.
En la actualidad, esa vía, transformada en un bulevar, está repleta de personas que expenden ropa, comida, zapatos, bisutería y discos compactos. Todas cuentan con tarantines que miden desde un metro cuadrado (m2) hasta los cuatro metros cuadrados.
También se encuentran en las avenidas Caracas y Río, así como en la plaza San Felipe. Estas zonas anteriormente no eran ocupadas por ellos.
Al ser consultados, varias de estas personas aducen que se fueron a las calles debido a la necesidad de un empleo.
“Hay que trabajar chamo. Si no, nos morimos de hambre”, dijo Milagros Gondar.Tahis Noriega aseveró: “No hay trabajo. ¿Qué vamos a hacer? ¿Tienes otra opción?”.
Justamente, el economista Benito Gómez, profesor de la Universidad Gran Mariscal de Ayacucho de Barcelona, sostiene que el aumento de la economía informal es una consecuencia del desempleo.
Sin otra opción
“Las consecuencias de la pérdida de plazas no se ven inmediatamente, pero se van generando paulatinamente. El Estado está para mantener cierta capacidad de trabajadores, pero la mayoría va a la empresa privada. Eso ayuda a reactivar la economía. Cuando eso se rompe, cuando empienzan a cerrar las compañías, poco a poco se van sumando personas que se quedan en sus casas sin nada que hacer”.
A su juicio, son estos ciudadanos los que salen a la calle a buscar las maneras de ganarse la vida como buhoneros.
“Si la empresa les dio unos realitos de su liquidación, compran cualquier cosa y se van a las vías públicas a venderlas sobre una manta o una mesa. Compran las cosas a Bs 100 y las venden a 200”.
Según el Instituto Nacional de Estadística, en marzo de 2012 la desocupación alcanzó el 7,9% a escala nacional, es decir, 0,7% menos que en el mismo mes de 2011.
Pero Gómez no cree en esos números. “El porcentaje de desempleo real debe estar en 20%. Mientras le hables claro a la gente, con la verdad, para que sepa a qué atenerse, y mientras tengamos un pueblo informado y orientado, luchará para mejorar su calidad de vida”.
El presidente de la Federación de Trabajadores de Anzoátegui (Fetranzoátegui), Tito Barrero, apuntó que, según la última medición (2011), 17% de la población activa de la entidad estaba sin empleo.
Manifestó su preocupación ante el deterioro de espacios como la zona industrial Los Montones, pues ello contribuye con la informalidad. Hoy en día sólo quedan 80 empresas que “se encuentran laborando a media máquina”.
El economista Benito Gómez cree que las alcaldías deben fomentar la construcción de zonas industriales para el desarrollo de la ciudad. “De esa manera, los trabajadores irán volviendo a empleos formales”.Posición
Aníbal Márquez, presidente de la Federación Bolivariana de Pequeños Comerciantes de Anzoátegui, estima que en el caso de Barcelona, los buhoneros han ido ocupando las calles porque las autoridades locales no han tomado en cuenta a los proyectos presentados por la organización para su reubicación.
“Uno de los mejores proyectos es el terreno de Los Tucusitos. Además, en la carrera ocho había una parcela donde se presentó un proyecto y no obtuvimos respuesta. Se lo dieron a los ricos”, denunció el representante de los comerciantes capitalinos.
80 empresas quedan ahora en la zona industrial Los Montones de Barcelona. El parque empresarial anzoatiguense fue construido en 1998. Comenzó con 283 empresas pero en los últimos 20 años han emigrado cerca de 203. Para el economista Benito Gómez, esta situación ha coadyuvado al incremento de la economía informal en la capital del estado y en Pto. La Cruz.
Aunado al aumento en la cifra de buhoneros, la ausencia de normas dificulta el establecimiento del orden en el bulevar 5 de Julio de Barcelona. El presidente de la Cámara Municipal de Bolívar, Javier Gutiérrez, admitió, en la edición de El Tiempo del 26/4/2012, que la ordenanza de uso del bulevar 5 de Julio fue creada hace dos años y apenas está aprobada en primera discusión.
Buhoneros irrespetan espacios y crean caos
Con el pasar del tiempo, el aumento en el número de buhoneros en las calles ha generado un sinfín de problemas de orden social. Inseguridad, anarquía e insalubridad son algunos de ellos.
No obstante, uno de los conflictos más frecuentes ha sido el enfrentamiento entre los comerciantes formales e informales. Algunos se han vuelto enemigos.
¿Las razones?: la ocupación de los frentes de los locales legalmente establecidos, la obstrucción de las vitrinas y el daño ocasionado a las fachadas.
Esta situación ocurre tanto en el bulevar 5 de Julio de Barcelona, como en la avenida 5 de julio y calle Libertad de Puerto La Cruz.
El barbero Gabriel Hernández, quien labora en Barcelona, consideró que las autoridades locales son las responsables de este problema.
“Uno llama a la policía y no hacen nada. Es una lucha diaria para que no se te pongan en la puerta, porque se quieren colocar a lo macho. No se respetan ni entre ellos mismos”.
Expresó que la inseguridad ha sido otra secuela del comercio informal. “Ya a las 7:00 de la noche no se puede ni salir. Y entonces, a esa hora, los policías usan sus motos como medio de transporte para trasladar a los pequeños comerciantes”.
Samia Sindaf, dueña de un establecimiento, añadió que la construcción del bulevar 5 de Julio ha coadyuvado a la proliferación de los vendedores informales.
“Han tenido más espacio, pero siempre se quieren colocar frente a mi negocio”.
En Puerto La Cruz, los roces también han sido constantes entre los trabajadores. Muchos dicen que el alcalde Stalin Fuentes no ha puesto la mano dura necesaria.
Carlos González cuestionó que el mandatario haya permitido a los buhoneros ubicarse nuevamente en la calle Libertad. “¿Por qué dar un paso atrás?”, se preguntó.
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