Caminar por la calle Buenos Aires de Puerto La Cruz es una aventura. Hay que saltar huecos, tanquillas que están destapadas, rebosadas de aguas negras y basura en las aceras
A ambos lados de la avenida abundan los comercios y los buhoneros, pero además, hay que sortear las 11 paradas de carritos, busetas y autobuses que son parte ya del paisaje de la Buenos Aires, todas con ruta a la zona alta del municipio Sotillo.
Alberto García, fiscal de la línea Asociación Luchadores Bolivarianos de Las Delicias, dijo que el horario de trabajo de los choferes es hasta las 6 de la tarde, pero muchos se quedan laborando dos horas más para aprovechar al máximo el día.
Saben que hasta esa hora todavía es buena la jornada, porque aún hay gente que espera transporte para trasladarse hasta los sectores Guanire, Chuparín, Las Delicias (parte alta y parte baja), Valle Lindo, Valle Lindo-parte alta, Tierra Adentro, Pozuelos, Valle Verde, La Colina y Las Charas.
Nereida Rodríguez, cajera de un frigorífico ubicado en plena Buenos Aires, comentó que todos los días esa avenida “es una locura” por la cantidad de pasajeros que utiliza el transporte, los buhoneros y las personas que van a los negocios.
“Toda la semana hay movimiento, pero los viernes es aún peor, una locura porque se incrementan los borrachos, la gente anda más apurada que nunca y se presta más a la inseguridad”, dijo la empleada.
En los tres meses que tiene María Martínez trabajando como encargada de un puesto de alquiler de teléfonos, dice que la calle es tranquila en cuanto a inseguridad, pero todo el día hay bastante gente que va de un lado a otro como hasta las 7:30 de la noche, y la cola de los carros nunca acaba.
Según la joven, lo que falta en esa popular arteria es más limpieza y mantenimiento, porque las cunetas están llenas de aguas negras y los malos olores se mezclan con el de las fritangas y perros calientes de la calle.
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