Trabajadores informales del municipio Sotillo afirman que el alcalde no ha hecho nada para evitar que quienes recibieron locales
Oswaldo Guacarán, miembro de la comisión encargada de analizar el conflicto y buscar soluciones, aseguró que de un total de 300 nichos que se encuentran en el primer piso, sólo 110 son usados, aun cuando todos tienen propietario.
Admitió que con el paso del tiempo los trabajadores informales han retomado las calles ante la falta de clientes, y la municipalidad no ha hecho nada para frenarlos.
La comerciante Patricia Delgado se preguntó a viva voz “¿por qué el alcalde ha permitido eso?. Yo creo que le faltan ... para poner en los palitos a esa gente y que se vengan a trabajar aquí”.
Hernán Carreño, vendedor del primer piso, consideró que la falta de clientes no puede ser una razón para que los propietarios de locales decidan volver a las vías públicas. “Los domingos casi nadie abre. Eso lo que hace es que la gente no venga a comprar. Nosotros también debemos poner de nuestra parte”.
Otros trabajadores informales fueron más allá. Luisa Caraballo denunció que los dueños de tiendas en las calles Libertad y Sucre también son responsables, porque avalan que los buhoneros se coloquen frente a sus vidrieras. “Los policías también tienen conocimiento de quiénes son y no hacen nada para evitarlo”.
Acción de gobierno
El registrador civil, Glen Chaguán, ha dicho que la intención del alcalde es devolver la vida al mercado.
Para ello, emprendieron un operativo de rescate de locales comerciales que no son utilizados por sus dueños. Hasta ahora, van más de 20.
También invierten en el rescate de la infraestructura.
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