29 jul 2012

Vecinos de zona rural piden agua y asfaltado de las vías

29/07/2012
 El ama de casa Dairelis Bucán aspira a que el gobierno pavimente las cinco calles del sector Valles del Neverí de San Diego. Jorge Jaramillo espera que el suministro de agua mejore
Los hermanos Gabriel y Álvaro Conquista viven en San Diego. Ambos recorrrieron unos tres kilómetros hasta encontrar a su par de mulas por el viaducto en un sitio denominado El Hatico
Los hermanos Gabriel y Álvaro Conquista viven en San Diego. Ambos recorrrieron unos tres kilómetros hasta encontrar a su par de mulas por el viaducto en un sitio denominado El Hatico

Puerto la Cruz - San Diego. El sector Valles del Neverí de San Diego tiene nueve años de fundado. Allí habitan 186 familias en cinco calles que carecen de asfalto, las cuales se transforman en un lodazal cuando caen los aguaceros.
Dentro del grupo está el ama de casa Dairelis Bucán, de 25 años, quien tiene dos hijos de 6  y 4 años que por fortuna son sanos.
En el barrio del frente, denominado Brisas del Neverí, residen el chofer Misael Peña y el albañil Alcides Mota, de 45 y 50 años, respectivamente. Ambos han tapado con cemento los huecos que se han formado en la carretera.
Según afirmó el alcalde del municipio Sotillo, Stalin Fuentes, han pavimentado desde Fe y Alegría hasta El Crucero San Diego-El Rincón. Añadió que trabajaron en las comunidades Cielo Azul, Divino Niño y Unidos por el Progreso.
“Hemos colocado 4 mil toneladas de asfalto con una inversión de 5 millones de bolívares. Si hubiéramos realizado el trabajo con las empresas contratistas, habría costado 12 millones”.
Fuentes prevé que antes de que finalice 2012 vaciarán 14 mil  toneladas de asfalto en la zona rural, con una inversión de 27 millones.
Escasea el agua
En la parte alta de Brisas del Neverí habita desde hace 11 años el trabajador Alberto Valdivieso, de 39 años, quien conoce las vicisitudes que trae consigo la escasez de agua.
Valdivieso contó que el líquido potable les llega por las tuberías únicamente los martes, de 6:00 am a 6:00 pm.
“Mi esposa Maritza Conoto y yo llenamos un tanque de 1.000 litros, al cual le echamos una tapita de cloro para evitar que le salga limo en el fondo”.
Ellos, padres de dos hijos de 16 y 8 años, administran bien el agua a fin de que les alcance para cocinar y lavar la ropa durante una semana.
Otra preocupación que tiene Valdivieso es que a la altura de la calle El Cachimbo, unas personas botan basura en el río Neverí y la orilla.
En la calle Principal, cruce con El Balneario de San Diego, atiende su puesto el verdulero Jorge Jaramillo, de 39 años, quien espera que el suministro del líquido mejore cuando la Gobernación del estado Anzoátegui termine de construir  el tanque.
En la vía está una vieja valla del Ejecutivo que informa del diseño del sistema de abastecimiento de agua potable, a través de fuentes subterráneas, en San Diego. Y otra más nueva que se refiere a la continuación de la obra, a cargo de la contratista Petrovez.
El obrero Germán Guerra recordó que hace unos 22 años que construyeron el puente de San Diego con dos caminerías internas, por donde transitan los peatones cerquita de los carros.
”Hace años que el gobierno anunció que iba a ampliar el puente. No han hecho nada”.
Sus vecinos, los hermanos Gabriel y Álvaro Conquista, de 21 y 18 años, respectivamente, pasaron sobre los lomos de un par de mulas por el viaducto.
El primero contó que las bestias tenían más de una semana extraviadas. Agregó que ambos recorrieron unos tres kilómetros hasta  encontrarlas en un sitio llamado El Hatico.
Lo bueno
- Dairelis Bucán, recordó que hace un año que la Corporación Eléctrica Nacional de Venezuela (Corpoelec) colocó un transformador y diez postes en Valles del Neverí en San Diego. Resaltó que  conformaron la Organización Comunitaria de Vivienda para que el gobierno les haga sus casas.
- El verdulero Jorge Jaramillo recordó que antes los estudiantes de secundaria de San Diego iban al plantel de El Rincón. Dejaron de hacerlo seis años atrás, pues les construyeron su liceo.

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